El amor envuelve todo como la energía definitiva
de la vida. Su transmisión es sencilla: fuente y destino conectan sin
impedimento alguno. Si algo he aprendido en esta vida es que, aparte de la
conciencia, hay dos cosas fundamentales:
el entusiasmo, como el impulso
vital básico, y el amor, como la energía que ayuda a que se despliegue
en la dirección correcta.
Foto y texto: Artica
Blues