miércoles, 30 de diciembre de 2015

SUEÑOS DE PAPEL







Este regalo de una amiga es una auténtica pequeña obra de arte de papel. Hecha en Portugal, invita a soñar e imaginar.

Fotos: Artica Blues

miércoles, 16 de diciembre de 2015

miércoles, 9 de diciembre de 2015

domingo, 25 de octubre de 2015

viernes, 25 de septiembre de 2015

domingo, 13 de septiembre de 2015

¿A QUIÉN LE INTERESA?

Estos días me pregunto a quién le interesa abrir ahora la frontera para que entren los refugiados. El tema de los campos de refugiados no es nuevo: desde el principio de los tiempos el hombre ha huido del odio, de la intolerancia y de la barbarie. La historia del hombre se caracteriza por el constante movimiento: huir de la guerra, del hambre, de la inseguridad, de la muerte... Pero  huir por miedo y desesperación está siempre peor visto que marchar en busca de una vida mejor desde una posición acomodada. Algo en nuestro interior no desea ver el dolor del ser humano bajo ningún concepto. Supongo que porque nos haría sentir el nuestro.

Refugiados afganos, sirios, angoleños, ugandeses, eritreos, argelinos, armenios... y así una lista interminable. Huidos por razones de sexo, opiniones, raza u otras causas. La definición de refugiado excluye las causas económicas. Para mí,  perfectamente legítimas... todo menos dejarse morir de hambre.  Desde la comodidad de nuestros hogares los vemos ir de aquí para allá, pasar décadas en campos de refugiados y a veces morir.  Se nos olvida la historia de la humanidad, la de nuestros propios países y la imagen del hombre que acabamos de ver tirado en la calle.

Por eso me pregunto por qué ahora. Llevamos décadas con africanos caminando hacia Europa, años con refugiados venidos de todas direcciones agolpándose ante las fronteras. Vienen de Asia, África, Sudamérica... Muchos mueren en el cementerio del Mediterráneo y sus cuerpos no dejan de aparecer en nuestra playas. No solo hay campos de refugiados fuera de Europa, también en países tan cercanos a nosotros como Grecia e Italia.

No creo en la buena voluntad de Merkel ni de otros gobernantes. El desprecio que hemos visto hacia el pueblo griego no se convierte en amor al género humano de la noche a la mañana. Un humanista ama y respeta a sus semejantes en cualquier circunstancia y no cambia de opinión dependiendo del día o del momento.
La hipótesis alternativa que se baraja aparte de la “humanitaria” es que Europa necesita mano de obra ante el envejecimiento de la población. Yo añado otra: mejorar la imagen. De repente la miseria en los países desfavorecidos de la Unión Europea ha pasado a un segundo plano. Con elecciones a las puertas en dos de ellos, el pueblo parece haber olvidado y perdonado todo. Alemania ha pasado a ser la salvadora. Un golpe de efecto maestro.

Se necesita un cambio de tal envergadura para resolver los problemas del planeta que empiezo a dudar de que seamos capaces de llevarlo a cabo. La globalización lo “globaliza” todo: las ideas, los intercambios... y los problemas. La actual estructura económica es una fuente de sufrimiento para muchos en aras de la acumulación de recursos en manos del 1%. Así no vamos a ninguna parte.

La dirección hacia un gobierno global es clara. Y somos peones en manos de unos pocos. La diferencia entre un tipo de líderes y otros es obvia: por el bien común o por el beneficio de unos pocos. Se trata de detenerse ante un cruce de dos caminos y tomar una decisión. Por ejemplo, ¿para cuándo poner límite a  la ambición descontrolada? Pensemos en el desmesurado poder de las corporaciones. Nos cuesta creer que las decisiones las toman un pequeño grupo, como en una empresa las toma el empresario o en una familia los padres. Pero es una realidad. ¿Cuántos libros hay que leer, cuántas películas ver, cuántos medios de comunicaciones leer.... para asumir que así? Como me dijo una vez una amiga, al final solo somos libres en nuestro interior.

Aún así hay personas, grupos y países que están marcando el rumbo hacia otro lugar que no sea el de la autodestrucción. Iniciativas como las que surgen continuamente de apoyo al ser humano revelan lo mejor de nuestra condición. Cada vez que identifico una, la registro en el mapa de ruta de mi corazón. Y me digo: aún hay esperanza. Refugees welcome.




  

viernes, 28 de agosto de 2015

EXPRESIÓN


Vivir la realidad
desde dentro.
Respirar varias veces 
desde el centro.
Aceptar el vacío
de la nada.
Sentir el intento
de expresión.
Permitir
Actuar
Agarrar
Soltar
Aceptar
Seguir

 Aquí y ahora

Texto y foto: Artica Blues

miércoles, 26 de agosto de 2015

CUANDO ÁFRICA DESPIERTE...


De la exposición "África"
http://en.louisiana.dk/exhibition/africa

Museo Louisiana 
http://www.louisiana.dk/
Dinamarca

miércoles, 29 de julio de 2015

UNA JAIMA EN LA CIUDAD


Jaima en el Palacio de Cristal (El Retiro): obra de Federico Guzmán


Solo a un artista se le ocurre llevar una jaima al centro de una gran ciudad. Podría parecer que fuera de contexto no tiene ningún sentido, pero encaja a la perfección. Rodeada de árboles en lugar de dunas del desierto, la jaima cumple su función: dar refugio y proteger del calor. En Madrid, este mes de julio ha sido de los más calurosos de la historia. Menos mal que a algunos se les ocurren ideas geniales. Sin ellas, la vida sería más dura y aburrida. Y nosotros, menos felices.  

Texto y foto: Artica Blues

jueves, 23 de julio de 2015

TODA VIDA MERECE UNA NOVELA


¿Te propongo un juego? Mira rápidamente la foto y cierra las ojos. ¿Cuántas historias se están desarrollando al mismo tiempo? ¿Habéis jugado alguna vez a inventar vidas? A veces andamos tan ensimismados que no vemos. Ocurren tantas cosas a la vez. ¿Te propongo otro juego? Sal a la calle, evita quedarte absorto en tus propios pensamientos y mira alrededor. A veces la vida se despliega...  como la cola de un pavo real. 

Texto y foto: Artica Blues

miércoles, 20 de mayo de 2015

EL RITMO DE LA GRAN CIUDAD


Cuando regreso a Madrid después de unos días fuera, me basta con pisar el Metro para sentir que estoy en casa.  Miro a mi alrededor y veo a la gente caminar con un ritmo ágil, a veces frenético, y sonrío. En una gran ciudad hay que saber siempre adónde se va para no perder tiempo ni energía. Pero, sobre todo, para no perderse uno mismo...

Foto y texto: Artica Blues 

lunes, 11 de mayo de 2015

FOTOMOVILEANDO


Un  gran velo colgaba del umbral de la puerta separando espacios. No pude resistirme a sacar la cámara. La chica que vigilaba la exposición me indicó que no podía sacar fotos. Le respondí: "Solo quiero sacar eso, no las obras". "Entonces sí", me dijo. 
Texto y foto: Artica Blues

miércoles, 8 de abril de 2015

MAGIA COTIDIANA



Mira aquí, allá..
Quédate quieto,
Un instante.
Invoca:
La magia cotidiana.
Abracadabraaaa...
Una vez más.
El milagro se produjo.

Texto y foto (escena real): Artica Blues

jueves, 2 de abril de 2015

SORPRENDENTE-MENTE






Origen de obsesiones
Emociones reprimidas
Miedos
Y fobias.

Origen de creatividad
Ideas geniales
Lógica implacable
Y asociaciones imposibles.

Origen de comprensión
Serenidad
Empatía
Y compasión.

Maravillosa-mente

Texto y foto: Artica Blues

miércoles, 25 de marzo de 2015

LA CREATIVIDAD Y FERRAN ADRIÀ


Piezas de plástina que representan los componentes de un plato.

Ferran Adrià cree que visualizar las cosas es importante para trabajar con ellas.

Foto: Artica Blues

martes, 24 de marzo de 2015

PRIMAVERA


Llega la primavera
Sol
verde
burbujeo
despertar

Foto y texto: Artica Blues

sábado, 31 de enero de 2015

¿POESÍA O DESTRUCCIÓN?






Pasé rápidamente junto a la pared y en principio no vi nada. Suele ocurrir. Volví atrás y la observé con más detenimiento. Entonces, me llamaron la atención tantas cosas. Una concurrencia de formas, colores y luz imprimía carácter a aquel muro gris.  ¿Quién se habría molestado en pegar una imagen o pintar algo que estaría condenado al olvido y, posteriormente, a la destrucción? A lo mejor la motivación había sido exponerlo al ojo público o dejar una huella personal en la anónima fauna urbana. Quizá solo fuera un acto de poesía colectiva... 

Foto y texto: Artica Blues

sábado, 10 de enero de 2015

EL GRUPO


Los vi subiendo por la cuesta como cada día a la misma hora. Su puntualidad era uno de sus puntos fuertes. El grupo se mantenía unido, preparado para dirigirse a los puntos establecidos. La lealtad al jefe era máxima, por miedo o por ausencia de opciones. Quizá alguno le admirase. Portaban sus herramientas de trabajo y estaban concentrados. Se les iba la vida en ello. Se adaptaban a las circunstancias y no faltaron ni un solo día.  El grupo de mendigos hizo ese día su trabajo como de costumbre para comer. Solo que nunca serían socialmente aceptados.

Vi a un grupo de hombres bien vestidos  bajando de coches de lujo. La decisión y la determinación eran patentes: sabían hacia dónde iban y lo que tenían que hacer. Al entrar en el edificio los recibió la máxima autoridad competente. Las cámaras de televisión les enfocaron. Sonrieron, les iba la vida en ello. La puntualidad no era su fuerte, pero habían estudiado en las mejores universidades del mundo, sabían hacer y devolver favores y les protegían abogados de primera. Su red global de contactos era su principal activo. También era conscientes de la importancia de mostrar una imagen impecable para esconder los pecados mundanos. La doble moral se había sumergido con tanta  fuerza en su subconsciente que ya ni siquiera la advertían. La sociedad les aclamaba.


Observé cómo llegaba una ambulancia. El grupo bajó del vehículo perfectamente coordinado. Cada uno sabía exactamente lo que tenía que hacer. Formados, entrenados y curtidos en la experiencia, pusieron su propia adrenalina al servicio del accidentado  y se olvidaron de sus problemas cotidianos. Todos a una hicieron lo posible por salvarle la vida. Uno de ellos le tomó la mano y le susurró al oído: “Aguanta, esto pasará”.  Cada uno desempeñó su trabajo con el máximo cuidado. Cada segundo contaba. Al llegar al hospital y comprobar que el paciente había recobrado sus constantes vitales, respiraron aliviados. Cada uno de ellos pensó para sus adentros: “Ha sido un buen trabajo”.   Al acabar la jornada, simplemente dejaron la bata en la taquilla y volvieron a sus casas. No eran importantes pero importaban.

Texto: Artica Blues