Cuatro
de la tarde de un día de verano bajo un sol de justicia. Pensaba en mis cosas.
Suele pasarme. Alcé la vista. Magnífica, bajaba por la fachada irradiando
brillos multicolores. Me quedé atónita. Me guiñó un ojo y me dijo: "Soy
grande, ¿verdad? Pues hay personas que no me ven. Caminan cabizbajas,
mirando el suelo y haciendo el mismo recorrido día tras día. No salen de sus
rutinas, y no me dejan sorprenderles. Yo te regalo la visión y tú me sonríes,
con eso me basta."
Texto y foto: Artica Blues
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